principales oraciones católicas

Las oraciones católicas básicas

Descubre 11 grandes oraciones diarias para conversar con Dios y acercarse a Él.

principales oraciones católicas

La Señal de la Cruz

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. (tres veces)

Cómo se hace la señal de la cruz ?

Colocar su mano derecha en la frente y decir : «En el nombre del Padre». El amor creativo abre tu mente a las realidades espirituales.

Bajar la mano hasta el vientre y decir «y del Hijo». El amor salvador baja a la Tierra para hacerte más humano. Pasar la mano del hombro izquierdo al hombro derecho, y decir «y del Espíritu Santo». Y el amor santificante te hace estar en comunión con lo que otros viven.

El Padrenuestro

Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad 
en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos 
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Amén

El Avemaría

Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo;
bendita tú eres 
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto 
de tu vientre, Jesús. 
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte.

Amén

El Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo. Como era en el principio, ahora
y siempre, por los siglos de los siglos. 
Amén

Credo de los Apostoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,

que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,

nació de Santa María Virgen,

padeció bajo el poder de Poncio Pilato

fue crucificado, muerto y sepultado,

descendió a los infiernos,

al tercer día resucitó de entre los muertos,

subió a los cielos

y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.

Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,

la santa Iglesia católica,

la comunión de los santos,

el perdón de los pecados,

la resurrección de la carne

y la vida eterna.

Amén.

El Credo Niceno

Creo en un solo Dios, 
Padre todopoderoso, 
Creador del cielo y de la tierra, 
de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo, 
Hijo único de Dios, 
nacido del Padre antes de todos los siglos: 
Dios de Dios, 
Luz de Luz, 
Dios verdadero de Dios verdadero, 
engendrado, no creado, 
de la misma naturaleza del Padre, 
por quien todo fue hecho; 
que por nosotros lo hombres, 
y por nuestra salvación 
bajó del cielo, 
y por obra del Espíritu Santo 
se encarnó de María, la Virgen, 
y se hizo hombre; 
y por nuestra causa fue crucificado 
en tiempos de Poncio Pilato; 
padeció y fue sepultado, 
y resucitó al tercer día, según las Escrituras, 
y subió al cielo, 
y está sentado a la derecha del Padre; 
y de nuevo vendrá con gloria 
para juzgar a vivos y muertos, 
y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, 
Señor y dador de vida, 
que procede del Padre y del Hijo, 
que con el Padre y el Hijo 
recibe una misma adoración y gloria, 
y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, 
que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo 
para el perdón de los pecados. 
Espero la resurrección de los muertos 
y la vida del mundo futuro. 
Amén.

La Salve

Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

Acto de contrición

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como tú. Antes querría haber muerto que haberte ofendido, y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado.

Amén.

El Ángelus

El ángel del Señor anunció a María.
Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…
He aquí la esclava del Señor.
Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…
Y el Verbo se hizo carne.
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

La Regina Coeli

Alégrate, reina del cielo, aleluya.
Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
Ha resucitado, según predijo; aleluya.
Ruega por nosotros a Dios; aleluya.
Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
Porque ha resucitado verdaderamente el Señor; aleluya.

Oración:

Oh Dios, que por la resurrección de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a los gozos eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amen. (tres veces)

El Magníficat

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre.

Por qué es importante la oración diaria ?

Para los seguidores de Jesucristo, la oración es simplemente la mejor manera de comunicarse con Dios. Es un vehículo para el diálogo diario con el que nos creó. La importancia de la comunicación diaria con Dios a través de la oración no puede ser subestimada, tanto que se menciona más de 250 veces en las Escrituras. Entonces, ¿por qué es tan importante la oración diaria? En primer lugar, nos permite compartir todos los aspectos de nuestra vida con Dios. En segundo lugar, nos da la oportunidad de expresar nuestra gratitud por todo lo que nos da. En segundo lugar, nos permite confesar nuestros pecados y pedir su ayuda para superarlos. También es un acto de adoración y obediencia. Por último, es una forma de reconocer quién tiene realmente el control de nuestras vidas.

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